La aparición de nuevos trabajos de varios grupos
de música jamaicana catalanes es síntoma del buen estado por el que
pasa esta escena.
"El contexto era prácticamente inexistente, sin discos en las
tiendas, sin grupos sobre los escenarios”. El testimonio recuerda los
albores de la música jamaicana en la Barcelona preolímpica (mediados y
finales de los ‘80) y lo aporta David ‘Dr.Decker’ Vilches, quien, junto
a su inseparable compañero de fatigas Xavi ‘Lord Dick’ Guillamón,
conduce el más longevo –20 años en antena– programa de radio sobre
música jamaicana en el Estado español, Sound System FM.
La postal afortunadamente se dibuja hoy bien distinta. El panorama
“ha mejorado mucho, la gente tiene una cultura de la música jamaicana
muy extensa” reconoce Oriol Rovira, vocalista de Soweto, uno de los
conjuntos más en boga dentro de estos estilos añejos, que parecen haber
quedado tradicionalmente relegados a una audiencia de minorías selectas
ante la invisibilidad a la que les condenan los medios. Su formación,
que editó el pasado año You Give Me Fever como reivindicación a una
extensa trayectoria de una década, es ejemplo de apego por los estilos
más enraizados en la isla del tesoro. “No negaremos que el ska es la
tendencia musical jamaicana que más nos gusta”, y añade que, aunque
procuran incorporar otros estilos de la producción cultural antillana y
afroamericana, “nunca abandonamos la raíz de los sonidos jamaicanos
como fondo de plato”.
Servido este entrante de carácter sincopado y con la idea de que el
menú resulte del gusto de un gourmet sibarita, no podemos por menos que
recomendar a The Oldians como un suculento segundo plato, que suele
degustarse “en salas pequeñas. El tipo de propuesta encaja
perfectamente en estas salas, aunque estamos trabajando para poder
llevar el directo a un gran escenario”.
Su planteamiento es abordar el jazz de luminarias como George
Gershwin, Henry Mancini o Cole Porter, pero pasado a través del tamiz
del sonido autóctono antillano, con la mirada focalizada en jazzmen
jamaicanos de la talla de Ernest Ranglin, Monty Alexander, Jimmy James
o Harold McNair. Jazz jamaicano que queda reflejado a la perfección en
un vinilo autoeditado y de tirada reducida, Old Secrets, una
delicatesen de naturaleza eminentemente instrumental, en la que
aparecen ocasionalmente los vocalistas Rubén López (Malarians, Los
Calaveras, The Peeping Toms) y Leire Etxarri (The Kinky Coo Coo’s).
Javier ‘JJ’ García, a quien corresponden las últimas declaraciones,
interviene como guitarrista no sólo en The Oldians, sino que también
suma sus riffs y arpegios a los proyectos Flight 404, The Diatones o
The Kinky CooCoo’s.
Con Flight 404, el concepto estriba en “recrear una época clave de
la música jamaicana que nos tiene realmente atrapados”, esto es,
“canciones que sonaban hace 40 años y que son fáciles de escuchar a
través de DJs, pero no tanto a través de bandas en directo”. La
fijación de miras de este conjunto –cuya meritoria ópera prima, Trip To
Moon, vio la luz hace apenas unos meses– es interpretar con fidelidad
rayana en lo enfermizo el sonido del rocksteady y el despuntar del
reggae, con veladas alusiones a The Ethiopians o The Upsetters, la
formación de estudio del productor alienígena Lee ‘Scratch’ Perry.
Pero conviene alejarse de la metrópoli barcelonesa para comprobar
que no toda la música de raíz jamaicana se concentra en torno a ella.
Un claro ejemplo es La Familia Torelli de Lleida, quienes tuvieron
ocasión de representar a la escena reggae estatal en la edición 2006
del prestigioso festival italiano Rototom Sunsplash, resultando
vencedores del concurso para bandas europeas. “La verdad es que el
hecho de asistir al Rototom ya era gratificante, así que todo lo que se
nos avecinó en Osoppo fue una historia que sobrepasó con mucho las
expectativas creadas”. Su trabajo de próxima aparición, Beyond The
Organic, nos retrotrae al pasado y reinterpreta, en clave de ska y rocksteady, melodías atemporales de Nat Adderley, Mongo Santamaría, Gato
Pérez o el maestro y genial compositor Dámaso Pérez Prado.
Y, como no hay menú que no culmine en un postre dulce y exquisito,
este no podía eludir referirse a la cuidada estética y puesta en escena
de The Pepper Pots, formación gerundense con dos trabajos en su haber y
que se encuentra en estudio registrando la que será su tercera obra.
“The Pepper Pots es una banda que apuesta por un trío vocal, como en su
época lo hacían The Supremes, The Shirelles, The Gaylettes, The
Wailers, The Maytals o The Pioneers”, tercetos estos a los que no
emulan estrictamente en el plano musical, sino que “nuestro estilismo
lo basamos en las bandas de los ‘60 que tocaban y vestían con clase”.
Para ellos, las directrices están fijadas de antemano. “Nosotros somos
puristas y coherentes con lo que hacemos”, es decir, fieles al “rocksteady de Jamaica y a su hermano, que es el soul”.
Y el futuro ¿qué nos depara? Pues si el presente se revela
apasionante, con infinidad de bandas como The Gramophone Allstars, Leg
Lion Orchestra, The Penguins, Guaitals, The Cabrians, Thorpedians o
Root Diamoons; los meses venideros se avecinan ilusionantes con bandas
como los reaparecidos Moonrakers o The Aggronauts regresando a los
locales de ensayo y clubes como Rude Club, fanzines como Alpha Boy’s y
portales como Boss Sounds ejerciendo de núcleos aglutinadores.