Jueves, 12 de abril de 2012

"Lo juro por los Ramones' reúne una selección de ochenta fotografías que Mariví Ibarrola realizó hace tres décadas en Donostia y alrededores para levantar inconscientemente acta de una época artística en la que lo normal era la transgresión. Acompañada de ochenta portadas de vinilos y de ocho reproducciones de fanzines de la época, 'Lo juro por los Ramones' es el corazón de 'Directo a los ochenta', el ciclo de conferencias, charlas y películas que, en la Casa de Cultura Ernest Lluch, Donostia Kultura dedicará a aquella década hasta el próximo 10 de mayo.

Artistas como Iván Zulueta o Vicente Ameztoy, personajes populares como Popotxo o Txantxillo y grupos, muchos grupos, de pop, de rock, de punk, locales e internacionales, protagonizan la exposición de Ibarrola, estructurada en tres grandes bloques temáticos.
«Cada fotografía tiene detrás una historia», recordaba ayer Ibarrola, durante la presentación de la muestra, acompañada por el responsable de la sala, Iñaki Gabarain; y la profesora y la alumna del Instituto Usandizaga que han ayudado a comisariar y producir la exposición, Itziar Aranburu y Aitziber Mas, respectivamente. De Poch a Jaime Stinus, de Evaristo a Eduardo Benavente, de RIP a Eskorbuto, de Duncan Dhu a Exocet, la selección de fotografías repasa instante a instante buena parte de la historia no escrita de la escena artística guipuzcoana de los años ochenta. En palabras de Diego Manrique, Ibarrola ejerce de mugalari para mostrar al espectador el ambiente de excitación colectiva que rodearon conciertos como el que ofrecieron los Ramones en el Velódromo de Anoeta en 1980 o Meat Loaf unos años más tarde. Tampoco faltan las imágenes de la Orquesta Mondragón -en el 'backstage'-, de Kortatu, La Dama se Esconde, 21 Japonesas, Alaska y los Pegamoides, Radio Futura, Los Secretos, OK Corral o los donostiarras UHF.
Mariví Ibarrola reconoció la dificultad que entraña realizar una selección de imágenes en un archivo fotográfico en el que los negativos se cuentan por miles. Y es que la artista donostiarra recordó las dificultades intrínsecas a la hoy casi extinta fotografía analógica. «Requería un esfuerzo doble porque había que tener líquidos, grados, un laboratorio...». La fotógrafa, que aparece en la exposición junto al 'clash' Joe Strummer, animó a conservar «todo este patrimonio histórico porque en aquella época tampoco había tantos fotógrafos» en las actuaciones musicales. «La fotografía coge valor con el tiempo», sentenció. Desde el principio, Ibarrola tuvo muy claro su objetivo: «Pensé en captar el mundo creativo de los demás cuando ellos pensaban que no estaban creando, pero generaron una cultura urbana de la juventud».
No todo son focos de luz y sudor de escenarios en la exposición: también hay lugar para el recuerdo de una época también convulsa en el ámbito socio-político: ahí se sitúa la foto de una manifestación en bicicleta por Atotxa, en recuerdo a Gladys del Estal, militante etc
 

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